El secretario general de las Naciones Unidas hizo un llamamiento a los Estados con arsenales nucleares al desarme “ahora” en una reunión del Consejo de Seguridad en la que presentó seis puntos para la acción
“Las armas nucleares son las armas más destructivas jamás inventadas, capaces de eliminar toda la vida en la Tierra. Hoy estas armas están creciendo en poder, rango y sutileza”, advirtió el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, en una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre desarme y no proliferación, celebrada el pasado 18 de marzo, y presidida por Japón, el único país que “conoce mejor que ningún otro el brutal coste de una masacre nuclear”.
La reunión del Consejo de Seguridad se produjo en un momento “en el que las tensiones geopolíticas y la desconfianza han elevado el riesgo de guerra nuclear a su punto más alto en décadas”, afirmó Guterres, recordando las advertencias del Reloj del Apocalipsis, académicos, jóvenes, sobrevivientes o hibakusha, el Papa Francisco el incluso desde Hollywood. “La humanidad no puede sobrevivir a una secuela de Oppenheimer”, dijo en relación a la oscarizada película de Christopher Nolan.
El jefe de las Naciones Unidas acusó a los Estados nucleares de estar “ausentes de la mesa de diálogo” al tiempo que “aumentan sus inversiones en estas armas para la guerra” e hizo un llamamiento al desarme “ahora”, como la única vía para “vencer de una vez por todas a esta sombra insensata y suicida”.
Para ello, instó a los Estados nucleares a adoptar una serie de puntos:
- Reanudar el diálogo para desarrollar medidas de transparencia y confianza que impidan el uso de armas nucleares.
- Detener las amenazas de uso.
- Reafirmar la moratoria sobre los ensayos nucleares
- Convertir los compromisos en acciones y rendición de cuentas en virtud del TNP.
- Acuerdo conjunto de primer uso.
- Reducción del número de armas nucleares.
De manera particular, Guterres pidió a Estados Unidos y Rusia, que acaparan el 90% del arsenal nuclear mundial, a que retomen una vía de negociación y de plena implementación del acuerdo Nuevo START.
Por otro lado, recordó a los Estados que no poseen armamento nuclear a que sean responsables y cumplan con sus obligaciones de no proliferación y de apoyo al desarme, reforzando la arquitectura global del desarme, entre la que se incluye el Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN).