«Nunca pensé que vería este momento […] He esperado este día durante siete décadas. Estoy tan feliz de que finalmente haya llegado. Es el principio del fin de las armas nucleares […] A los líderes de los países del mundo, os imploro, si amáis este planeta, firmad el Tratado. Las armas nucleares han sido siempre inmorales. Ahora, también son ilegales».

Setsuko Thurlow

La historia del TPAN

El 7 de julio de 2017 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobaba con 122 votos a favor el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN), un acuerdo histórico alcanzado tras siete décadas de activismo del movimiento antinuclear en todo el mundo.

Las potencias nucleares (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel) no participaron en la votación. Tampoco lo hicieron Australia, Japón y Corea del Sur, ni los países miembros de la OTAN, a excepción de los Países Bajos, que asistió y votó en contra.La adopción del TPAN fue un hito. A diferencia de las armas químicas y las biológicas, las armas nucleares eran las únicas armas de destrucción masiva que, hasta la fecha, no estaban prohibidas por una ley internacional a pesar de sus evidentes y catastróficas consecuencias humanitarias y ambientales. Con el TPAN se prohíbe el uso, la amenaza de uso, el desarrollo, la producción, la fabricación, la adquisición, la posesión, el almacenamiento, la transferencia, el estacionamiento y el despliegue o instalación de armas nucleares, así como alentar, ayudar, inducir o solicitar y recibir ayuda para realizar cualquiera d estas actividades prohibidas.

El Tratado se abrió a firmas el 20 de septiembre de 2017 y el 24 de octubre de 2020, en plena pandemia de la COVID 19, alcanzó las 50 ratificaciones necesarias para su entrada en vigor, que se produjo el 22 de enero de 2021. En la actualidad, 93 países lo han firmado y 70 son Estados parte.

La voz de los sobrevivientes de bombardeos y ensayos nucleares, académicos y activistas fue clave en las negociaciones. El texto del TPAN refleja ese cambio en la narrativa sobre las armas nucleares

¿Por qué es tan importante el TPAN?

Es un punto de inflexión

El 7 de julio de 2017 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobaba con 122 votos a favor el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN), un acuerdo histórico alcanzado tras siete décadas de activismo del movimiento antinuclear en todo el mundo.

Tiene un enfoque multidisciplinar

El TPAN es el primer acuerdo relativo a las armas nucleares que es sensible al género y al problema medioambiental. Además, obliga a los Estados parte a proporcionar asistencia a las víctimas y a reparar los daños causados sobre el medio ambiente. Concibe un mundo libre de armas nucleares, reconoce los riesgos de su existencia, su conexión con un sistema económico que genera y perpetúa la desigualdad social y la urgencia de su eliminación como única garantía de que no se vuelvan a utilizar.

Apunta hacia otro modelo global

El TPAN no solo aboga por el desarme nuclear sino que implica el fortalecimiento de las relaciones internacionales a través del diálogo, invita a hacer política internacional desde la cooperación y no el poder coercitivo de la violencia. En definitiva, el TPAN nos impulsa a avanzar hacia modelos de sociedad que apuesten por la construcción de la paz.