Este martes 24 de octubre, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz comparecían para presentar el acuerdo de gobierno al que han llegado sus formaciones, PSOE y Sumar, después de tres meses de negociaciones. El documento, titulado “España Avanza“, presenta las 230 medidas acordadas en caso de que se logre la investidura del nuevo gobierno de coalición, una hoja de ruta que se articula en torno a once ejes temáticos.
Desde la Alianza por el Desarme Nuclear lamentamos que, entre las medidas que recoge el punto 11, relativo a política exterior, “Una España abierta al mundo y con voz propia en el escenario internacional”, no se incluyan iniciativas como la firma y ratificación del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN), un compromiso que sí era explícito en el programa electoral de Sumar. Cabe recordar que tanto la actual vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz, como la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 en funciones, Ione Belarra, son signatarias del Compromiso Parlamentario de ICAN, así como otros diputados y diputadas de su grupo en el Congreso.
El anuncio de este acuerdo de gobierno coincide con el inicio de la Semana del Desarme, que celebra cada año Naciones Unidas entre el 24 y el 30 de octubre con el fin de promover el conocimiento y la comprensión de la necesidad del desarme como vía para “construir un mundo más seguro y para proteger a la humanidad” y que otorga a las armas nucleares su “preocupación primordial, debido a su poder destructivo”. En el mundo existen 12.512 armas nucleares, más de 3.800 de ellas desplegadas y unas 2.000 en estado de máxima alerta, listas para “apretar el botón”. Todas ellas con una capacidad explosiva muy superior a la de las bombas de Hiroshima y Nagasaki.
En un contexto de militarización creciente, en el que los países nucleares avanzan en su capacidad de destrucción mutua, se necesitan con urgencia decisiones políticas que vayan en la línea contraria, la del desarme y la no proliferación
Asistimos, además, a una renovada carrera armamentística nuclear, el gasto nuclear mundial ha aumentado por tercer año consecutivo, situándose en los 82.900 millones de dólares. Esta escalada añadía recientemente un capítulo más hacia la incertidumbre con la revocación por parte de Rusia del Tratado sobre la Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares.
En un contexto de militarización creciente, en el que los países nucleares avanzan en su capacidad de destrucción mutua, se necesitan con urgencia decisiones políticas que vayan en la línea contraria, la del desarme y la no proliferación. Por eso, desde la Alianza por el Desarme Nuclear, seguiremos trabajando para lograr que España sea uno de estos últimos y manifieste ese compromiso que expresan PSOE y Sumar en su acuerdo de avanzar en la “prosperidad y bienestar de sus ciudadanos, los derechos humanos, las libertades fundamentales y la protección de todas las personas”, protegiéndonos también de la amenaza existencial que suponen las armas nucleares.
Los motivos para adherirse al Tratado son muchos y de muy diferente signo, como hemos explicado en la publicación Pendiente de firma. Desde la Alianza invitamos al futuro gobierno a avanzar también en este sentido. Un buen primer paso, sería la asistencia de España como Estado Observador a la Segunda Reunión de Estados Parte del TPAN que tendrá lugar en Nueva York a finales de noviembre.
Porque la única garantía de que las armas nucleares no sean utilizadas es su completa eliminación.